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NUTRICIÓN BARIÁTRICA 

¿Qué beneficios ofrece la nutrición en el proceso de cirugía bariátrica?

 

Antes de realizarse la cirugía, un tratamiento nutricional adecuado es fundamental para garantizar una pérdida de peso eficaz, especialmente la reducción de grasa visceral. Con ello, los profesionales de la nutrición buscan preparar al paciente para la intervención y facilitar su recuperación posterior.

Después de la cirugía, la nutrición continúa siendo esencial para asegurar que el paciente tolere bien los alimentos y evite deficiencias nutricionales que puedan afectar su salud o interferir con la pérdida de grasa.

¿Cómo se lleva a cabo el plan nutricional?

Nuestro enfoque nutricional se basa en dos pilares fundamentales:

  1. Educación nutricional: Acompañamos al paciente durante todo el proceso, desde la adaptación gradual a los alimentos hasta llegar a una dieta más equilibrada. Les enseñamos sobre cómo funciona la cirugía realizada y les proporcionamos herramientas para gestionar el tipo de alimentos que deben consumir, controlar el hambre y la saciedad, y mantener el peso perdido a largo plazo.

  2. Monitoreo de la composición corporal: Analizamos la pérdida de grasa, buscando preservar la masa muscular. Además, realizamos controles de proteínas, vitaminas y minerales para ajustar la alimentación y evitar déficits que puedan generar complicaciones de salud.

¿Cuáles son los hábitos alimentarios esenciales a seguir?

Una vez que el paciente pueda tolerar todos los tipos de alimentos, los hábitos clave para asegurar el éxito son:

  • Planificar las comidas para incluir los nutrientes necesarios, poniendo especial énfasis en el consumo adecuado de proteínas y fibra.

  • Mantener una buena hidratación fuera de las comidas, evitando bebidas gaseosas, jugos y alcohol. Se recomienda beber agua media hora antes y después de las comidas.

  • Comer en platos pequeños y controlar las porciones de proteínas magras, verduras e hidratos de carbono en las comidas principales.

  • Practicar la alimentación consciente: masticar bien los alimentos, hacer pausas durante las comidas y estar atento a la sensación de saciedad.

  • Identificar y gestionar el hambre emocional.

Estos hábitos deben ir acompañados de ejercicio físico, aumentando gradualmente su intensidad.

¿Cuánto tiempo deben mantenerse estos hábitos?

Durante los primeros meses, el paciente pasa por diferentes fases hasta alcanzar una alimentación saludable y adaptada a su estilo de vida, que podrá gestionar de manera autónoma. Es importante que estos buenos hábitos de alimentación y autocuidado se mantengan a lo largo de toda la vida, ya que si se regresan a los hábitos previos que causaron el aumento de peso, se podría revertir el progreso e incluso empeorar la salud.

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